Tren Tren vilu la serpiente gigante protectora de la tierra y Cai Cai Vilu la serpiente gigante protectora del mar, hermanas e hijas de los dioses mapuches los Pillanes. Cuenta la leyenda que un día enfurecida por el hombre Cai Cai les ordeno a las aguas del mar subir y cubrir la tierra, el mar comenzó a inundar las costas con olas poderosas que llegaban hasta los poblados mas cercanos, las personas que allí vivían fueron arrastrados por la poderosa corriente, aquellos que se ahogaron fueron convertidos en peces y lobos marinos y los que estaban mas alejado comenzaron a huir despavoridos por el miedo al feroz choque de las aguas y la imponente presencia de la enorme serpiente en el mar. Los hombres sobrevivientes del primer ataque corrían desesperadamente cogiendo alimentos y a sus animales alertando a los otros poblados, de pronto un fuerte terremoto se siente entre los pies de la gente y desde la tierra surge una colosal serpiente tan inmensa como la que estaba en el mar, era Tren Tren que había despertado de su sueño por la devastación causada por su hermana y sin dudarlo se enfrenta fervientemente a ella entre golpes y azotes bestiales que desataban temblores y marejadas. Pronto a causa de la gran batalla comienza a azotar una tempestad la tierra. Al ver el dolor de la gente Tren Tren le pidió a los humanos que corrieran de prisa a las montañas mientras el mar seguía subiendo azotando fuertemente sus olas, por lo que Tren Tren hacia crecer las montañas cada vez que el mar los alcanzaba llegando a ver de cerca el sol, el brillo del sol era tan inmenso a esas alturas que la gente tubo que tapar sus cabezas con los platos de madera en los que cargaban su comida, la batalla continuaba las olas no perdían poder, los temblores no cesaban, la lluvia y los fuertes vientos azotaban sin piedad. Largo tiempo duro la batalla sin perder poder, ni uno de estos colosales titanes daban pie a tras y la muerte azolaba a los humanos y sus rebaños hasta el punto en que solo quedaron una pareja de ancianos y una pareja de jóvenes con algunos animales de sus rebaños, los ancianos reconocieron a estos titanes como dioses y celebraron un Nguillatun, un antiguo ritual espiritual mapuche que funciona como conexión con el mundo espiritual y sus dioses los Pillanes, y les dieron como sacrificio los alimentos en mejor estado que tenían y ofrecieron la vida de su rebaño, las colosales serpientes al sentir el ritual se dieron cuenta de la desviacionista que causaron al mundo y aceptando la ofrenda se fueron y la batalla termino. se dice que esta brutal batalla dio la forma a la actual geografía de las islas del archipiélago de Chiloe.
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